“CUANDO UN HOMBRE O MUJER PLANTA ARBOLES A CUYA SOMBRA SABE QUE NUNCA HABRA DE SENTARSE, HA COMENZADO A ENTENDER EL SENTIDO DE LA VIDA”.































miércoles, 12 de octubre de 2011

EL MANEJO DE LOS SENTIMIENTOS DOLOROSOS



El sentimiento de haber sido lastimados y el de ira son los más difíciles de encarar. Nos podemos sentir vulnerable, asustados e impotentes cuando estos sentimientos comienzan a aflorar porque pueden disparar el recuerdo de ocasiones similares en que nos sentíamos impotentes.

A veces para recuperar el sentido de control quizás castiguemos a la gente que está a nuestro alrededor ya sea que los culpemos de esos sentimientos o que sean víctimas inocentes. Quizás tratemos de desquitarnos o de manipular a espaldas de la gente para ganar la sensación de poder sobre la situación.
Estas acciones quizás nos den un sentimiento temporal de satisfacción pero sólo nos harán posponer la decisión de afrontar nuestro dolor.

Sentirse herido no tiene que ser algo tan atemorizante ni tenemos que trabajar tan duro para evitarlo. Aunque sentirse herido no es tan bonito como sentirse feliz los sentimientos siguen siendo sólo esos sentimientos.

Podemos someternos a ellos sentirlos y seguir adelante. Eso no significa que tengamos que buscar sentirnos heridos o detenernos innecesariamente en ese tipo de sentimientos. El dolor emocional no tiene por qué devastarnos. Podemos sentarnos derechos sentir el dolor, indagar si necesitamos hacer algo para cuidar de nosotros mismos y luego proseguir con nuestra vida.

No tenemos que actuar con prisas, no tenemos que castigar a los demás para tener control sobre nuestros sentimientos. Podemos empezar compartiendo con otros nuestro dolor de sentirnos lastimados. Esto trae un alivio y a menudo la curación tanto para ellos como para nosotros.

Con el tiempo aprenderemos la lección de que la verdadera fuerza proviene de que nos permitamos a nosotros mismos ser lo bastante vulnerables como para sentir el dolor. La verdadera fuerza proviene de saber que podemos cuidar de nosotros mismos aunque sintamos dolor emocional. La verdadera fuerza nos viene cuando dejamos de hacer responsables a los demás de nuestro dolor y asumimos la responsabilidad de nuestros propios sentimientos.

Hoy me someteré a mis sentimientos incluso a los que son emocionalmente dolorosos. En vez de actuar con urgencia o de intentar castigar a alguien seré lo bastante vulnerable para experimentar mis sentimientos.


El camino a la felicidad no es recto. Existen curvas llamadas EQUIVOCACIONES, existen semaforos llamados AMIGOS, luces de precaucion llamadas FAMILIA, y todo se logra si tienes: Una llanta de repuesto llamada DECISION, un potente motor llamado AMOR, un buen seguro llamado FE, abundante combustible llamado PACIENCIA, pero sobre todo un experto conductor llamado DIOS...

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