“CUANDO UN HOMBRE O MUJER PLANTA ARBOLES A CUYA SOMBRA SABE QUE NUNCA HABRA DE SENTARSE, HA COMENZADO A ENTENDER EL SENTIDO DE LA VIDA”.































martes, 30 de abril de 2013

ACCIONES VALIOSAS PARA VIVIR MEJOR



ACEPTO: Que el propósito del Padre es perfecto y que todo lo que ocurre es neutro y necesario.
ACTUO: Con total eficacia y serenidad ante cualquier circunstancia que se presente, dando lo mejor de mí en las labores que me corresponda realizar.
ASUMO: El resultado de mis decisiones y de mi experiencia de vida. Que mis pensamientos, sentimientos y emociones los genero yo misma y no lo que sucede a mi alrededor, ni mucho menos lo que piensen, digan, hagan o dejen de hacer los demás.
 
RENUNCIO: A culpar a algo o a alquien por lo que me suceda o deje de sucederme. El culpable no existe. Renuncio a agredir de pensamiento, palabra y obra. Tengo absolutas firmeza y lealtad con los acuerdos y compromisos que libremente establezca. El hacer es la clave del tener. Renuncio a intentar cambiar a los demás y, en su lugar, trabajo sobre mí misma. Renuncio a luchar y a tratar de modificar el orden perfecto del Universo y sus procesos necesarios, y, sobre todo, a tratar de interferir con las experiencias de vida de las demás personas. Renuncio a sufrir ante las dificultades, comprendiendo que tienen un profundo propósito de amor para poder reconocer la ley y liberarme de las limitaciones, las dependencias y el sufrimiento. Renuncio a quejarme de lo que tengo la queja nos hace pobres. La prosperidad es el resultado de la valoración y el que no valora lo que tiene está en camino de perder lo que necesita. Renuncio a criticar, descalificar, juzgar, condenar, y castigar a toda persona por cualquier motivo, porque comprendo que cada quien hace lo mejor que puede con lo mejor que sabe, y no soy yo quien para juzgarlo. Doy información de sabiduría sólo a quien la pida expresamente o a quien acepte mi ofrecimiento sutil. Renuncio a huir del lugar y de las situaciones que me corresponde vivir. A partir de hoy sólo pienso lo mejor, digo lo adecuado, y hago lo necesario.
 
VALORO: Y disfruto intensamente todo lo que tengo y todo lo que hago. Reconozco que siempre tengo conmigo todo lo necesario, y valorándolo, desarrollo la capacidad para disfrutar nuevas oportunidades y relaciones.
 
RESPETO: A todas las personas en sus ideas, costumbres, creencias, comportamientos, y en su derecho a tomar sus propias decisiones.
 
ADAPTO: Me adapto sin reservas al lugar donde me corresponde cumplir funciones para lograr en él una vida llena de satisfacciones.
 
AGRADEZCO: Todo lo que tengo y todas las situaciones difíciles y dolorosas, porque ellas son oportunidades que nos da la vida para aprender y avanzar en nuestro desarrollo espiritual.
 



SI UN DÍA...

 
 
 
Si un día te pido de beber, no me catalogues de sediento.
Si un día me ves llorar, no veas en mí solo una víctima.
Si un día te muestro mi miedo, no quiero engrosar tu lista de cobardes.
Si un día me quedo callado, no pienses que carezco de opinión.
Si un día te pido perdón, no consideres que siempre me equivoqué.
Si un día me quedo al margen, no creas saber mi grado de compromiso.
Si un día me marcho, no afirmes que nunca estuve.
Si un día no acierto, no supongas que siempre estuve equivocado.
Si un día te hablan de mí, no traces tu opinión, incluso aunque hablen bien.

Soy más, mucho más que la foto de un instante.

Puedo estar en múltiples presencias, pero mi esencia es una y, seguramente, menos fácil de definir.

Tú y yo somos mucho más de lo que a veces mostramos.
Ahí radica nuestro misterio. También nuestra humanidad.

Si un día anochece, no deduzcas que vives en un planeta de oscuridad.
El sol volverá a manifestarse, y quizá ese día no sepas que decir.

Fuente:  Luis bueno


lunes, 29 de abril de 2013

DECLARACIÓN DE AUTOESTIMA

 
 
Yo soy yo.
En el mundo entero no hay nadie que sea exactamente como yo. Hay personas que tienen cosas que se me parecen, pero nadie llega a ser exactamente como yo. Por lo tanto, todo lo que sale de mí es auténticamente mío porque sólo yo lo elegí.

Soy dueña de todo lo que me constituye: mi cuerpo y todo lo que mi cuerpo hace, mi mente y con ella todos mis pensamientos e ideas, mis ojos y también las imágenes de todo lo que ellos ven, mis sentimientos, sean los que fueren (enfado, júbilo, frustración, amor, desilusión, entusiasmo); mi boca y todas las palabras que de ella salen (corteses, dulces o ásperas, correctas o incorrectas), mi voz, áspera o suave, y todas mis acciones, ya se dirijan a otros o a mí misma.
Soy dueña de mis propias fantasías, de mis sueños, mis esperanzas y mis miedos.
Son míos todos mis triunfos y mis éxitos, mis fallos y mis errores.
Como soy dueña de todo lo que hay en mí, puedo relacionarme íntimamente conmigo misma. Al hacerlo, puedo amarme y ser amiga de todo lo que hay en mí. Entonces puedo trabajar toda yo, sin reserva, para mi mejor interés.

“Sé que en mí hay aspectos que no entiendo, y otros que no conozco, pero mientras me acepte y me quiera puedo, con ánimo valiente y esperanzado, buscar las soluciones a los enigmas y las maneras de saber más cosas de mí misma.”

Todo lo que miro y digo, cualquier cosa que exprese y haga, y todo aquello que piense y sienta en un momento dado, soy yo. Todo esto es auténtico y representa dónde estoy en ese momento del tiempo.
Cuando más adelante evoque qué aspecto tenía y cómo hablaba, lo que decía y lo que hacía, cómo pensaba y sentía, algunas partes pueden parecerme fuera de lugar. Puedo descartar lo que no me viene bien y conservar lo que me parezca adecuado, e inventarme algo nuevo que reemplace a lo que haya descartado.
Puedo ver, oír, sentir, decir y hacer. Tengo los recursos para sobrevivir, para estar próxima a los demás, para ser productiva, para encontrar sentido y orden en el mundo de las personas y las cosas que existen fuera de mí.
“Soy mi propia dueña, y por lo tanto puedo hacerme a mí misma.”

Soy yo, y estoy bien tal como soy.

Fuente:  Virginia Satir