“CUANDO UN HOMBRE O MUJER PLANTA ARBOLES A CUYA SOMBRA SABE QUE NUNCA HABRA DE SENTARSE, HA COMENZADO A ENTENDER EL SENTIDO DE LA VIDA”.































domingo, 25 de septiembre de 2011

¿QUE ES LA SOMBRA?



Todos vivimos y cargamos con una parte oscura en la que escondemos lo que consideramos sobre nosotros y la vida. Atrevernos a contemplar de frente esa sombra y valorar lo positivo que contiene nos permitirá crecer como personas. Así podremos aprender a vivir de una forma más plena, creativa y auténticamente libre


Todo lo que se nos ha enseñado a juzgar como malo, perjudicial o peligroso, lo que nos ha dolido, decepcionado o que no hemos sabido resolver…..todo ello conforma nuestra sombra, un concepto introducido por el psiquiatra Carl Gustav Jung, que ha marcado distintas escuelas de psicología.

La sombra es aquélla parte de nosotros de nuestra realidad que no queremos reconocer ni aceptar. Las decisiones basadas en rechazar algo para no volver a sufrir, las que nos llevan a bloquear experiencias ante el temor de equivocarnos, todo lo que tenga miedo o duda asociado es relegado a una zona no iluminada de nuestra mente y olvidada por nuestra consciencia.

Cada vez que declaramos “ser” algo, tendemos a hacer una valoración positiva o negativa sobre ello y por lo tanto lo que declaramos “no ser” es automáticamente descartado. Alguien que se declare “tenaz o persistente” y que considere esa cualidad como “buena”, tenderá a clasificar su opuesto ser “variable o inconstante” – es decir, lo opuesto- como “malo”; y así esta cualidad pasa a su sombra, a su parte no reconocida Ésta valoración le predispone a favor de una cosa y en contra de otra, y destierra a la sombra las cualidades positivas de “ser variable”.

Por ejemplo, para un adicto ser persistente nunca será mejor que cambiar, variar de costumbre.


Gozar de lo positivo de la sombra

En la sombra vive mucho del dolor y la frustración por experiencias mal gestionadas en el pasado, pero a la vez se encierra un enorme potencial de crecimiento. Nuestra sombra es como un baúl lleno de tesoros del que no podemos adueñarnos hasta que nos atrevamos a rescatarlo del fondo dónde está sumergido. Muchas cualidades positivas están mal asociadas en nuestro interior y por ello han pasado a la sombra, con lo que permanecen inaccesibles y no se utilizan para afrontar los retos que nos plantea la vida.

Mientras siga en la oscuridad, la sombra no tiene otra forma de manifestarse que proyectándose sobre otras personas o situaciones. La persona ve “malo” en los demás lo que no reconoce en si misma. Como decía Jung “lo que no entendemos de nosotros, tampoco lo entendemos en la otra persona”. La persona se ve víctima del exterior, cuando en verdad es víctima de su propio interior.

Por ejemplo: María se declara bastante voluble e inestable, siempre ha vivido con subidas y bajadas de ánimo. Lo ha aceptado como parte de su personalidad aunque le cause problemas en muchos aspectos de su vida. Después de años viviendo así, y tras caer en una pequeña crisis, anhela la estabilidad y el equilibrio. En la sombra está la María equilibrada, que no puede manifestarse en su personalidad mientras la otra María permanezca activada.

María tiene asociado que la gente inestable vive más intensamente porque se deja llevar y disfruta de la vida, aunque el final a ella los acontecimientos de su vida le han demostrado justamente lo contrario. Desearía vivir lo que el equilibrio le puede proporcionar, sin embargo tiene una asociación negativa con respecto a él. Observando a su madre interiorizó que las personas “equilibradas” son ordenadas y metódicas, pero aburridas, rutinarias, faltas de emoción y de vitalidad. En su día decidió no parecerse a ella y ser exactamente lo contrario. Al rechazar el equilibrio, María no integra las cualidades positivas de éste, y es precisamente lo que necesita. Mientras que piense que el equilibrio es “malo” porque lo tiene asociado a “aburrido y rutinario”, no podrá acceder a la paz y la tranquilidad que éste le puede proporcionar.

Cuando María decida ver sus cualidades positivas se sorprenderá percibiendo en personas de su alrededor las virtudes de esta nueva faceta. Podrá fijarse en modelos del exterior que le ayudarán a hacer su trabajo interno, adjudicar al equilibrio sus verdaderos valores, a creer en ellos y por lo tanto crearlos en su interior . Descubrirá que se disfruta de la vida realmente cuando se está en equilibrio.


Desarrollar nuevas cualidades

Somos un todo y cada persona tiene la capacidad de desarrollar todas las cualidades. Somos infinitos en potencia pero quedamos determinados por los términos en que nos definimos

Lo que descartamos a la sombra de nuestra conciencia se convierte en nuestro mayor enemigo, porque no por rechazarlo desaparece, sólo lo trasladamos al cuarto oscuro. No por ello se elimina, sino que se manifiesta constantemente: nuestra negativa a aceptar esas cualidades relegadas se convierten en nuestra principal carencia, un asunto no resuelto que hace que siempre nos encallemos en las mismas situaciones.

Aunque afrontar la sombra resulta difícil, es en ella dónde están los elementos que necesitamos para vivir de una forma más espontánea, plena y creativa. Cada proyección que reconozca. Cada aspecto negativo o positivo que vea en los demás y que pueda reconocer en mi, es un nuevo paso para iluminar la sombra. Si entendemos que los defectos que nos molestan de los demás son también los nuestros y tratamos de enmendarlos estaremos abriendo el baúl de los tesoros. Si reaccionamos contra los demás y persistimos en el error de no reconocernos en ello, seguiremos viviendo en los extremos.

Cuando la persona es capaz de reconocerse en el otro, adquiere un punto de vista superior y puede evolucionar, Es como si el dolor , en enfado, el miedo o la decepción nos estuvieran señalando qué debemos buscar y aprender de nosotros.

Pero la sombra también se manifiesta en lo positivo. La persona que admira una cualidad den alguien está reconociendo en otro aspectos de ella misma que puede desarrollar, que tuvo y perdió por las circunstancias. Son tesoros que están deseando emerger, y , si trabaja para cultivar esas cualidades, verá cumplidos sus sueños.


Un mundo lleno de posibilidades

Toda la potencialidad de la persona puede desarrollarse cuando esa conciencia se une, cuando la luz entra en el baúl y se ilumina la sombra. Así puede percibir un mundo con infinitas tonalidades de grises que conforman una imagen que se ajusta a la realidad. Ya no hay extremos, ya no vemos el mundo en blanco y negro, sólo se percibe lo que es, lo que nos da más recursos para adaptarnos a cada situación.

Cuando nos adueñamos de la sombra y comprendemos que lo externo forma parte de nosotros, también somos más capaces de responsabilizarnos de nuestra vida. Entonces podremos acceder a una forma más creativa, libre y feliz.



Iluminar la sombra

- Integrar el equilibrio

¿Sueles tener patrones de comportamiento radicales? Si eres de los que un día estás bien y otro mal sin saber porqué, si en tus actitudes se alternan extremos que te hacen sentir dudas sobre ti mismo, estás bajo los efectos de la sombra. Piensa en cómo aceptar e integrar el equilibrio en todos los aspectos de tu vida. La virtud, la salud, y el bienestar siempre se sitúan en el punto medio.

- Ponerse en el lugar del otro

En los conflictos, ¿tiendes a creer que tienes toda la razón? Puede que desde tu punto de vista la tengas, pero probablemente no desde el punto de vista del otro, que interpreta el papel opuesto a tu patrón. Ponerse en el lugar del otro es un ejercicio saludable para equilibrar los opuestos. Llegar a un acuerdo, negociar una solución dónde “todos ganen algo”, suele ser la mejor manera de llegar a la paz.

- Aceptar las críticas

¿Rechazas las críticas de los demás? ¡Puede que tengan la clave para tu crecimiento!. Lo que está en la sombra permanece oculto a nuestra visión. Eso hace que los demás vean más fácilmente nuestros errores y también las soluciones, aunque a menudo es una proyección mutua, es decir, el que critica sigue el mismo patrón. Trata de ver la buena intención y qué hay de cierto o útil en sus valoraciones. Establece unas mínimas normas en cuanto a decir o recibir las críticas de la forma más amable posible.

- Busca la seguridad en ti

¿Necesitas protagonismo, que te reconozcan los demás? El hecho de necesitar la atención de los demás revela que hay zonas de tu personalidad que no atiendes, significa que la sombra está activa y se adueña de tu vida. Como no te reconoces a ti mismo, necesitas que lo hagan los demás para autoafirmarte. Cuantas más facetas ocultas encuentres, revises y pongas en práctica, más seguridad en ti mismo y en tus muchas posibilidades podrás desarrollar. Tu propia apreciación será la que realmente te hará feliz.

- Vive cada día como nuevo

¿Sientes que la rutina te invade? Es posible que se deba a que tus ideas preconcebidas generen respuestas automáticas. Éstas te impiden establecer en cada momento una valoración dependiendo de las circunstancias y del momento, y por lo tanto una respuesta creativa y acorde con ellas; la personalidad se limita y el aprendizaje se detiene. Trata de ver cada día como si fuera nuevo, decide poner intención y un sentido positivo y de servicio elevado a todo lo que haces, y sobre todo, considera cada dia como una oportunidad de aprender y crecer.

- Afronta los retos sin miedo

¿Tienes frecuentemente miedo o dudas sin razón aparente? Ambos surgen de aquella parte que no ves de ti. Muchos miedos irracionales que ejercen su influjo sobre ti están basados en asociaciones negativas que grabaste en la niñez, y que ya no corresponden a la realidad actual. Darte cuenta de esas asociaciones y modificarlas, asociando nuevos y positivos conceptos te ayudarán a recuperar la seguridad. Has crecido y contigo tu capacidad de dar respuesta positiva a los retos de la vida.

- Respétate a ti mismo

¿Tienes la sensación de hacer renunciado a lo que realmente eres? A veces los impulsos internos entran en conflicto con los estereotipos y modas de la sociedad y del momento. En tu camino a la madurez, puede que hayas renunciado a aspectos muy valiosos de ti para ser aceptado, que te hayas convencido de que era lo mejor. Si eso te causa frustración y tristeza, trata de ir recuperando actitudes y actividades que te hacían feliz. Ten la valentía de desarrollarlas y compartirlas con los demás. No sólo has de respetar a los demás y al entorno, también has de respetarte a ti mismo. ¡La energía creativa volverá a correr por tus venas!.

Beatriz F. del Castillo
Autora de La clave está en tus sueños

SER ESPIRITUAL



* La religión no es sólo una, sino cientos.

* La espiritualidad es una.
* La religión es para los que quieren seguir los rituales y la formalidad.

* La espiritualidad es para los que quieren alcanzar la Ascensión Espiritual sin dogmas.
* La religión es para los dormidos.

* La espiritualidad es para los despiertos.
* La religión es para aquellos que necesitan que alguien más les diga qué hacer, quieren ser guiados.

* La espiritualidad es para los que prestan oídos a su voz interior.
* La religión tiene un conjunto de reglas dogmáticas e incuestionables que has de seguirse sin chistar.

* La espiritualidad te invita a razonarlo todo, cuestionarlo todo y decidir tus acciones asumiendo las consecuencias.
* La religión amenaza y amedrenta.

* La espiritualidad te da paz interior.
* La religión habla de pecado y de culpa.

* La espiritualidad te dice "ya pasó, no te remuerdas por lo que ya pasó, más bien levántate y aprende del error.
* La religión lo reprime todo, te vuelve falso.

* La espiritualidad lo trasciende todo, te hace verdadero.
* La religión se te inculca desde niño, como la sopa que no quieres tomar.

* La espiritualidad es el alimento que tú mismo buscas, que te satisface y es gustoso a los sentidos.
* La religión no es Dios.

* La espiritualidad es el TODO y por lo tanto es Dios.
* La religión inventa.

* La espiritualidad descubre.
* La religión no indaga ni cuestiona.

* La espiritualidad lo cuestiona todo.
* La religión es humana, es una organización con reglas.

* La espiritualidad es DIVINA, SIN reglas.
* La religión es causa de división.

* La espiritualidad es causa de unión.
* La religión te busca para que creas.

* La espiritualidad la tienes que buscar tú.
* La religión sigue los preceptos de un libro sagrado.

* La espiritualidad busca lo sagrado en todos los libros.
* La religión se alimenta del miedo.

* La espiritualidad se alimenta de la confianza.
* La religión te hace vivir en el pensamiento.

* La espiritualidad te hace vivir en la conciencia.
* La religión se ocupa del hacer.

* La espiritualidad se ocupa del SER.
* La religión es lógica.

* La espiritualidad es dialéctica
* La religión te alimenta el ego.

* La espiritualidad te hace trascenderlo.
* La religión te hace renunciar al mundo.

* La espiritualidad te hace vivir en Dios, no renunciar a Él.
* La religión es adoración.

* La espiritualidad es meditación.
* la religión es seguir formando parte de la psicología de las masas.

* La espiritualidad es individualidad.
* La religión sueña con la gloria y el paraíso.

* La espiritualidad te hace vivirlo aquí y ahora.
* La religión vive en el pasado y en el futuro.

* La espiritualidad vive en el presente, en el aquí y ahora.
* La religión es un encierro en tu memoria.

* La espiritualidad es LIBERTAD en CONSCIENCIA.
* La religión cree en la vida eterna.

* La espiritualidad te hace consciente de ella.
* La religión te da (promesas) para después de la muerte.

*La espiritualidad te da (la iluminación) encontrar a Dios en tu interior, en esta vida, en el presente, en el aquí y el ahora...
Que la paz y la alegría sigan creciendo en tu corazón

LA PAZ PERFECTA


Había una vez un rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera en una pintura dibujar la paz perfecta.
Muchos artistas lo intentaron y presentaron sus obras en el palacio del rey, el gran día había llegado.

El rey observo y admiró todas las pinturas, pero solo hubieron dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas.

La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban  unas plácidas montañas que lo rodeaban.
Sobre estas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas.
Todos quienes miraron esta pintura pensaron que esta reflejaba la paz perfecta.

La segunda pintura también tenia montañas pero estas eran escabrosas y descubiertas.
Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos.
Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua.
Todo esto no se revelaba para nada pacifico.

Pero cuando el rey observó cuidadosamente, miró tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un nido.
Allí, en medio del rugir de la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en el medio de su nido ...

Paz perfecta ... el pueblo entero se preguntaba que cuadro elegiría el rey?

El sabio rey escogió la segunda, y explicó a la gente el porque...

"Porque," explicaba el rey, "Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar en medio de estas cosas permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón. Este es el verdadero significado de la paz."

Y tú...  ya has encontrado la verdadera paz del corazón, entre tanto bullicio?...

EL CREDO DE BUDA


- No creáis en nada simplemente porque lo diga la tradición, ni siquiera aunque muchas generaciones de personas nacidas en muchos lugares hayan creído en ello durante muchos siglos.
- No creáis en nada por el simple hecho de que muchos lo crean o finjan que lo crean.
- No creáis en nada porque así lo hayan creído los sabios de otras épocas.
- No creáis en lo que vuestra propia imaginación os propone cayendo en la trampa de pensar que Dios os lo inspira.
- No creáis en lo que dicen las sagradas escrituras, sólo porque ellas lo digan.
- No creáis a los sacerdotes ni a ningún otro ser humano.
- Creed únicamente en lo que vosotros mismos hayáis experimentado, verificado y aceptado después de someterlo al dictamen del discernimiento y a la voz de la conciencia.

BUDA

jueves, 8 de septiembre de 2011

EL DEBER Y LA RESPONSABILIDAD


Deber y responsabilidad son sinónimos en el diccionario, pero no en la vida. En la vida no sólo son distintos sino diametralmente opuestos. El deber es para con los demás, mientras que la responsabilidad es para con uno mismo. Cuando dices "tengo que hacer tal cosa", es una obligación. "Como mi madre está enferma, tengo que estar a su lado" o "tengo que llevarle flores al hospital; tengo que hacerlo, es mi madre". El deber es para con los demás; tú no tienes ninguna responsabilidad. Cumples con un requisito social porque es tu madre; pero no porque la quieras. Por eso digo que el deber es una sucia palabra de cinco letras. Si quieres a tu madre, irás al hospital y le llevarás flores, estarás a su servicio y no te moverás de su lado, le darás masajes en los pies y sentirás compasión por ella; pero no será un deber: será responsabilidad. Responderás desde el corazón.
Responsabilidad significa capacidad para responder. Tu corazón vibra, te compadeces de ella y la cuidas; pero no porque sea tu madre, eso es irrelevante, tú a quien quieres es a la mujer. Es tu madre --o no, eso es secundario--, pero quieres a la mujer, la quieres como persona. Es un efluvio de tu corazón, por lo que no creerás que le estés haciendo ningún favor ni irás pregonando por ahí que eres un hijo que cumple con su deber. No creerás que hayas hecho algo, puesto que no has hecho nada. ¿Qué has hecho? ¿Acaso por llevar unas flores a tu madre enferma crees que has cumplido con una gran obligación?. Por eso digo que el deber es sucio. La palabra adecuada es sucio: es para con los demás.
La responsabilidad tiene una dimensión completamente distinta: amas, te preocupas y sientes compasión; pero surge de tus sentimientos. El deber parte de la idea de que es tu madre: "por eso", "por consiguiente"; es un silogismo: es lógico. De algún modo lo haces a la fuerza, te gustaría librarte; pero ¿qué puedes hacer?. Está en juego tu respetabilidad. ¿Qué dirá la gente?. Tu madre está enferma y tú divirtiéndote y bailando en un club, ¿pero no está enferma tu madre?. No, tu ego saldría lastimado. Si pudieses evitar a tu madre sin que tu respetabilidad y tu ego resultasen afectados, te gustaría hacerlo. Irías al hospital y tendrías prisa por salir corriendo; buscarías cualquier excusa, "debo irme; tengo una cita". Eso no puede ser. Pretendes evitar a esa mujer y no quieres estar con ella: incluso cinco minutos te parecen demasiados. No la quieres.
Soy contrario al deber, pero por lo que se refiere a la responsabilidad... sí, tienes que ser enormemente responsable. Y una vez que renuncias al deber, eres libre para ser responsable".
Fuente: Osho, El ABC de la Iluminación